Una emoción es la sensación que
nos produce un estímulo de forma automática una vez nuestro hemisferio izquierdo
ha comparado ese estímulo con otro de la misma categoría que ha tenido lugar en
la conciencia en el pasado. No importa si el estímulo en el pasado era real o
no, porque lo que se ha almacenado en tu subconsciente es la interpretación que
el hemisferio izquierdo hizo. El hemisferio derecho no sabe nada de mentiras,
solo sabe de las sensaciones que tú has experimentado frente a dicho estímulo. Hasta
ahora, nos hemos tomado todos nuestros pensamientos e interpretaciones de la
realidad como verdaderos, y pocas veces hemos pensado que a lo mejor no era
así, en cuanto nos damos cuenta de que la realidad no es exactamente lo que
estamos pensando, la presión disminuye considerablemente de todo nuestro cuerpo
y por tanto la sensación emocional desaparece. Es importante darse cuenta de
que una persona no es libre si está secuestrada por sus emociones, vive en un
estado permanente de estrés que está ocultando su propia esencia y bienestar, y
este estado está también perjudicando a todas las personas con las que se
relaciona.
Todos los actos de violencia,
accidentes y enfermedades que se dan en el mundo son consecuencia de estados
emocionales alterados.
De ahí la enorme importancia de
estar pendiente de nuestro estado interno y soltar esas emociones fuera del
cuerpo. Podemos hacerlo de diferentes maneras, no actuar ni hablar de ninguna
manera hasta que estemos mejor, utilizar una palabra a modo de mantra hasta que
nos tranquilicemos, contar hasta 10 o hasta 100 si nos hace falta. La
meditación, el hacer deporte, una alimentación sana y equilibrada, tener buenas
relaciones nos ayudan a liberar toda esa carga emocional negativa.
La mayoría de las veces cuando
entramos en un estado negativo, de forma inconsciente empezamos a pedirle a
nuestro hemisferio izquierdo que nos justifique esos sentimientos, y este que
está a tu servicio te va a empezar a contar todo tipo de historias que poco o
nada tienen que ver con la realidad sólo para justificarte tus sentimientos. Si
te das cuenta a tiempo puedes decirle a ese hemisferio que es tuyo, gracias, lo
siento, perdóname, te amo (por haberte pedido todas esas explicaciones) según
la técnica hooponopono y de esta manera evitaras caer en una infelicidad sin
sentido.
Otra manera es ponerte como meta
justo lo que vas a hacer en los próximos diez minutos, ya sea atender un
cliente, fregar los platos o darte una ducha y para entrar en un estado de
autoestima muy beneficioso puedes ponerte como objetivo hacerlo
extraordinariamente bien.
De esta manera dejarás a tu
hemisferio derecho que haga el trabajo de devolverte saneado a tu realidad
todos los estímulos guardados en tu subconsciente mientras tu únicamente te
tienes que ocupar de los próximos diez minutos
Empieza por practicar ahora mismo
y entraras en un estado de fluir con la vida muy diferente de lo que habías experimentado
hasta ahora.