Imagina que te puedes comunicar por medio de tu pensamiento con
todo lo que te rodea, no sólo con las demás personas, también con animales,
plantas y cosas. Imagina que cualquier cosa en la que prestes atención está absorbiendo
tus pensamientos e imagina que su respuesta a tus intenciones va en consonancia
con los pensamientos que has enviado previamente.
Si aprendes a controlar tu mente de esta manera, primero aprenderás
a escuchar esos pensamientos y te darás cuenta de que la gran mayoría son
negativos, no sólo hacia los demás sino incluso hacia ti mismo. Con la simple
idea de pensar que tus pensamientos son escuchados puedes mejorar la calidad de
los mismos de forma instantánea, aprenderás a tratar a los demás con aprecio y
gratitud, por medio de la imaginación de crear esta interacción mental en el mundo
real la vida empieza a tornarse mucho más gratificante.
Imagina que vas de camino a una entrevista de trabajo y estás en
estado de nerviosismo, mentalmente puedes empezar a enviar a esa persona aunque
no la conozcas pensamientos de aprecio y cariño, llegarás en un estado mucho
más positivo y relajado que si sólo escuchas a tus pensamientos automáticos
negativos que tratan de boicotear cualquier acción importante que hagas; o
ponte en el caso de una persona con la que te llevas realmente mal, con la que
tienes algo que resolver y no lo consigues, puedes hacer lo mismo, enviarle
pensamientos de aprecio cada vez que te acuerdes de ella; puedes sorprendente
mucho cuando te la encuentres como se solucionan las cosas sin que ni siquiera
tengas que hablar con ella.
Prueba a hacerlo con un niño pequeño, sin hablarle envíale
mentalmente todo tu cariño, verás cómo empieza a buscarte con la mirada y a sonreírte.
O con los animales, te pasará algo parecido.
También funciona con las cosas materiales, agradece cuando te
acuestas el calor que te dan tus mantas, o comunícate con tu ropa, con tu sofá
o con las cosas que usas a diario. Empezarás a reconocer su utilidad y todo lo que
te facilitan la vida.
Con tu cuerpo también puedes comunicarte de forma positiva,
agradeciendo su esfuerzo desde que naciste por ayudarte y por mantenerte con
vida, por todas sus funciones y por todo lo que hace por ti aunque no te des
cuenta, incluso cuando duermes te cuida, o cuando enfermas te avisa con un
síntoma de que algo no funciona para que trates de ayudarlo a curarse. Al fin y
al cabo el cuerpo humano es el sistema más complejo y valioso que existe y tú
tienes uno.
Si te quitas los prejuicios que te pueda provocar esta práctica y
lo pruebas podrás comprobar por ti mismo la capacidad de mejorar tu vida de una
forma tan mágica como real. El amor y el cariño no necesita de ninguna palabra
para expresarse.